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DE
SANTA UXÍA
DE RIBEIRA
Historia
El origen toponímico de Riveira está muy claro: proviene de la palabra latina "Riparia" que en castellano evoluciona a Ribera y en gallego Riveira. El significado es "franja de tierra que está al lado de un río, de un lago o del mar". En cuanto a Uxía es la evolución del gallego antiguo "Ougia" y a su vez del nombre greco-
Desde la antigüedad, las pruebas de la existencia del hombre en estas tierras del Barbanza son tan innumerables como evidentes y de esta manera, los castros, dólmenes, mámoas, petroglifos, etc. salpican toda la geografía gallega en general y la de Santa Uxía de Riveira en particular. Así, el dolmen de Axeitos está entre los restos más emblemáticos del megalitismo gallego. Otros ejemplos de restos megalíticos de esta zona son el castro de Artes, el de A Cidá y el de Couso.
Los celtas ocuparon en Santa Uxía de Riveira varias zonas altas como A Garita, O Facho, Thahúme y A Cidá aunque también zonas costeras como en Couso, castro conocido como "Castro do Porto de Abaixo", hace unos 3000 años, algunos ya citados anteriormente.
Luego de los celtas, llegaron a estas tierras los fenicios que dejaron como prueba de su existencia en el Barbanza, algo que todavía discuten muchos historiadores, y que se conoce como "muelle fenicio" situado en la parroquia de Aguiño y que debió ser construido entre los siglos XII y el VIII A.C.
A continuación llegaron los romanos y una prueba de ello es una inscripción funeraria encontrada en la iglesia de Bretal en 1754 y aunque no existen tantos restos de las calzadas romanas como en el resto del Barbanza su existencia no se discute como sucede con la presencia de los fenicios.
Otras pruebas de la presencia romana son los molinos de Artes o estrellas funerarias en Olveira, gravadas en piedra.
Los suevos también participaron, aunque de forma efímera, en el discurrir poblacional, aunque a ellos les debemos la base de la actual división administrativa en Galicia. En el Parrochiale Suevum, escrito en el siglo VI, el municipio de Riveira pertenecía a la parroquia altomedieval denominada Postamaricos que dependía de la sede de Iria Flavia (una de las trece en las que habían dividido Gallaecia. La iglesia más importante de esta comunidad parroquial era la de San Isidro de Postmarcos y a su alrededor de ella varias feligresías (filii eclesie) embrión de las futuras parroquias. En el año 868 hay datos de la existencia de San Saturnino de Goians, en una escritura de 6 de mayo de 899 la de la Isla de Arosa ("ínsula Arauza") y en otra escritura de 20 de Abril de 911 la de la isla de Sálvora ("ínsula Salvare"), tierras que el rey Alfonso III donaba al obispo compostelano Sisnando I.
El verdadero avance en cuanto al auge poblacional de este municipio en particular viene dado por la repoblación que en el año 900 inició el rey Alfonso III el Magno y no sería hasta el año 1300 cuando dicha repoblación se considera finalizada. El hecho de que esta repoblación durase tanto tiempo fue posiblemente debido a las continuas incursiones que contra los pobladores de la Ría de Arosa realizaron normandos (siglos IX y X), vikingos (siglos VIII al X) y sarracenos (siglo XII). Tras la desaparición de dichas incursiones alrededor del siglo XI, esta repoblación será más rápida. A petición del rey, los encargados de dicha repoblación fueron los monasterios, obispados y otras instituciones eclesiásticas.
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