San Martiño de Fruime
Situada en un lugar entre montañas y desde el que se ve el mar es de difícil ubicación por sus numerosas carreteras. Está datada en el siglo XVII y la reconstrucción, realizada en 1867, es de estilo barroco, aunque la fábrica, que es original, es románica.
Tiene una nave con planta de cruz latina, con muros de sillería, cubierta a dos y tres aguas con tejado de teja.
La fachada, de cantería, tiene una puerta sobre la que se sitúa una hornacina, un hueco de luz rectangular y dos pilastras laterales. Sacristía situada entre el presbiterio y la Capilla de los Dolores, ésta es la más antigua. En los laterales de la fachada se remarcan dos pilastras que recogen las molduras de la cornisa perimetral y las de las vertientes de la cubierta, interrumpidas en el centro por una espadaña de dos arcos.
La iglesia está restaurada recientemente por un incendio que se produjo hace años y que afectó gravemente a los retablos. El retablo es de 1600 siendo mandado hacer por el obispo Santisteban y está fabricado en madera de nogal. Hay varias imágenes en su interior.
Una mención especial merece el párroco don Diego de Cernadas. Estuvo de párroco 47 años y se cuenta que se acercó a ver la parroquia por Taragoña pero estando todavía lejos, cansado, pensó en desistir de ir a ver la parroquia, pero luego reaccionó creyendo que sería un desacato a Dios y a la parroquia. Lo primero que vio al llegar fue una hermosa imagen de la Virgen de los Dolores que se conserva y quedó tan prendado de ella que entonces dijo: "aquí viviré y aquí moriré".
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