MISTERIOS
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BARBANZA
El camino ....
Este camino lo inicié hace más de veinte años aunque tengo que decir que desde mucho antes he sentido la sensación, o más bien la necesidad, de saber no tanto hacia dónde vamos sino más bien de dónde venimos.
Mis primeros pasos, los di recopilando información sobre los faraones egipcios y su filiación genealógica. Lentamente fui escudriñando en la grandiosa historia del pueblo egipcio y más concretamente en la de sus faraones. Tras un par de años apasionantes por las lejanas y desérticas tierras de Oriente Próximo me decidí a regresar a casa para ocuparme de los antepasados que me tocaban más de cerca y así comencé a confeccionar mi árbol genealógico.
No había hecho más que comenzar, cuando preguntando a mi tía Encarnita sobre nuestros antepasados, me comentó que unos familiares tenían un libro que había escrito un canónigo de la Catedral de Santiago llamado Don Juan Martínez Bretal titulado "Raíces, troncos y ramas" en el que hacía un gran trabajo de campo, incluyendo no solamente su árbol genealógico, sino el de muchas de las ramas que de su gran trabajo surgieron, siendo una de ellas la perteneciente a algunos de mis antepasados por parte materna y resultando don Juan, familia lejana nuestra. Seguí investigando nuestros ancestros y tres años después la fortuna me llevó a encontrar en internet a unos familiares, cuyos antepasados se marcharon para Argentina hacia mediados de 1800, primos tanto de Don Juan Martínez Bretal como míos.
En fin, no quiero alargarme más en esta pequeña presentación. Simplemente añadir una frase de don Juan Martínez, al que debemos gran parte del éxito de este trabajo.
"Hagamos memoria de los antepasados, cuyo recuerdo perdura imborrable en nuestra alma para edificación de generaciones sucesivas. Hombres y mujeres que nos han precedido en el decurso de los tiempos y han dejado en pos de si, para edificación de sus hijos, brillante estela de honradez y laboriosidad; en su mayoría afincados en la tierra que los vio nacer, con los ojos abiertos a los amplios horizontes del Océano, fijos sus corazones en el limpio cielo, en donde radica la meta de su esperanza."
Don Juan Martínez Bretal
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