Tras los romanos y con su declive llegan los suevos, aunque por el número tan escaso de ellos que se asentaron aquí, pronto se diluyeron con el resto de la población. Aun así, a los suevos de la mano de su rey Teodomiro se le debe una nueva forma de división administrativa conocida como Parrochiale Suevum o Divisio Theodomiri: la antigua Gallaecia queda dividida en trece sedes episcopales, subdivididas en diócesis y éstas a su vez en parroquias siendo la sede episcopal a la que pertenece Boiro la de Iria Flavia, que posteriormente se trasladará a Santiago de Compostela.
La feligresía de Boiro es instaurada por el arzobispo Gelmírez en 1106 mientras que en Cespón (Sispaón), uno de las primeras colonias agrarias junto a Abanqueiro (Bancarius), y Ferreiros (Ferrarios) se convertiría en priorato de los monjes Bernardos del monasterio de Sobrado y donde hoy en día se conserva la casa y la capilla de dicho priorato.
Las incursiones de otros pueblos son una constante en toda la ría de Arosa y Boiro fue atacado por normandos y sarracenos; las incursiones de los primeros, muy sagaces y rápidas obligaron a mucha gente que vivía en la zona costera a desplazarse más al interior para evitar el saqueo. Esto empujó al pueblo llano a ser más dependiente de la nobleza y surgiendo así los castillos, fortalezas y pazos.
Dentro de los edificios emblemáticos de Boiro tenemos la Torre de Goians que era propiedad de los Fandiños y los Mariños. En las revueltas Irmandiñas durante el siglo XV fue destruida y reconstruida por Domingo de Andrade en el siglo XVI, siglo en el que también se construyeron otros pazos, que aunque no tenían una función militar, si tenían una gran influencia sobre las comunidades agrícolas y pesqueras. Este Domingo de Andrade estaba vinculado a la familia de los Fandiños. Pazos de esta época son el Pazo de Agüeiros en Cespón, el de Fonteneixe, situado en el Camino Real de Boiro, Pazo de Vilariño, Casa de Vimieiro o la Granxa do Esteiro.
En el siglo XVII las campañas de pesca de la sardina impulsarán como en otras localidades, Pobra, Riveira, etc., la industria del salazón y en especial un pequeño núcleo pesquero de Cabo de Cruz que le serviría años después (1921) para independizarse de la parroquia de Santa Baia.
Otra población de este ayuntamiento tenía la característica de disponer de personas que se libraban de hacer el servicio militar al dedicarse a recolectar las ostras para las fiestas de los Austrias, es Abanqueiro y hasta tal punto es importante que el marqués de la Ensenada en el catastro que realizó entre 1750 y 1754 tenía registrados 70 viveros. Los caladeros estarían esquilmados en 1875.
1 2