Santa María de Iria Flavia
El primer templo de Iria fue arrasado en el siglo X por Almanzor. Posteriormente, en el XII, el arzobispo Xelmírez ordena su reconstrucción, convirtiéndola en colegiata. Fue sede episcopal desde el siglo V hasta el año 1095, colegiata hasta 1895 y a partir de esa fecha pasó a ser parroquia dedicada la Santa María.
De esta época solo se conserva la portada principal gótica, ya que después sufrió nuevas reformas. Así, la actual iglesia data de los siglos XVI y XVII, siendo una de las más antiguas de Galicia y el primer templo mariano del mundo. Tras el descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago el 25 de julio del año 813 por parte del obispo Teodomiro, su importancia decayó, a pesar de que la volvería a adquirir dentro del ámbito Jacobeo.
La edificación es de estilo gótico con planta en cruz latina en tres naves con crucero y dos capillas adosadas en los extremos. Presbiterio manifestado en la planta y en el alzado.
Las naves están separadas por esteos de sección cuadrada, con grandes pilastras que soportan él entablamiento continuo en arcos de medio punto. Lanas naves laterales se cubren bóveda de arista y la central con bóveda de medio cañón, con lunetas, separada del crucero por una reja de hierro forjado.
El retablo mayor situado en su interior está datado en el siglo XVIII y es obra del escultor Romay. Las torres son de estilo neoclásico, planta cuadrada y perpiaños de granito. La fábrica es sencilla con la imposta en buen relieve, los vanos de arco de medio punto con balconcito y término de éste con balaustres sobre la cornisa. Encima, pirámide con sucesivos escalones.
Posee además dos capillas adosadas. La del lado sur datada en el siglo XVII es obra del arquitecto Melchor de Velasco y la del lado norte, del siglo XVIII es la del Sagrario dedicada la la Virgen.
El atrio es de planta irregular que en la parte anterior presenta como un rectángulo cerca con un muro de muy buena construcción, con pasamanos moldurado y puerta de entrada con escalinata en ábaco, de escalones con mucho vuelo. El cementerio de Adina es del siglo XIX, de estilo neoclásico de planta rectangular en el que hasta 28 obispos llegaron a tener su lugar de reposo eterno. En él tiene nichos, todos los enterramientos son de foso en el terreno. Espacios entre las sepulturas de hierba, sin caminos y con un cerramiento exterior de muro bajo. Hacia el fondo una lápida recuerda que Rosalía de Castro estuvo enterrada aquí antes de ser trasladada al Panteón de Gallegos Ilustres en Bonaval. La tumba del Premio Nóbel de Literatura de 1989, Camilo José Cela está bajo un olivo incluida en el Catálogo Gallego de árboles Singulares con el código 55.